Un chip reemplaza a la madre en la concepción

Un científico japonés presentó una investigación en la que desarrolla un tratamiento de fertilidad, donde la génesis del embrión no ocurre en el útero sino sobre un microchip El investigador de la universidad de Tokio, Teruo Fujii, demostró, de acuerdo a lo publicado en la revista New Scientist, que la técnica de concepción funciona con ratones y recibió la autorización para probarla con embriones humanos. La nueva técnica establece que la pastilla o chip de silicio, que mide dos milímetros de diámetros y 0,5 milímetros de alto, funciona como un minilaboratorio sobre el que se pueden colocar hasta 20 óvulos para su fertilización con espermatozoides. Los embriones, según el informe que reproduce la página web de la BBC, se pueden dejar crecer sobre el chip hasta que estén listos para ser implantados en las futuras madres. El proyecto de Fujii pretende culminar con la creación de un útero artificial en el que se coloquen los óvulos y el esperma por un extremo, para obtener embriones en desarrollo por el otro. La intención es producir embriones de mejor calidad y conducir a embarazos de mayor éxito que los tratamientos actuales de fertilización.

Descargas a velocidad de vértigo

Con superodenadores tuneados, portátiles, helicópteros teledirigidos, sillones con ruedas y carros de la compra cargados con las últimas novedades informáticas para navegar y jugar en la red se instalaron ayer en Feria Valencia los más de 7.000 participantes en la recién encendida Campus Party de Valencia con un objetivo principal, aprovechar la vertiginosa velocidad de la banda ancha de 5 gigas para descargar de la red todo tipo de archivos digitales.

La Campus Party, que se celebra desde la medianoche de ayer hasta el próximo domingo, ha sido calificada por los organizadores como la más completa, además de la más veloz, los 1,3 gigas más que en la edición anterior permitirían realizar una descarga completa de toda la Biblioteca Nacional en dos horas, para que se hagan una idea, y supone la mayor conexión a internet de España, según Telefónica.

Tras el concierto inaugural de Video Games Live, en el que sonaron las bandas sonoras de los videojuegos más célebres de la historia (Mario Bros, Final Fantasy, Warcraft…) y que tuvo lugar anoche en la Ciudad de las Artes y las Ciencias -antigua sede de la Campus Party-, se dio paso al encendido oficial de los ordenadores, que este año no contó con personalidades como el astronauta Neil Amstrong o el científico Stephen Hawking, como en otras ocasiones. La conexión de los 6.000 campuseros estará monitorizada las 24 horas del día desde el Centro Nacional de Supervisión y Operación de Telefónica, compañía que por primera vez ha invitado a un grupo de 100 valencianos no inscritos para que descubran las últimas tendencias tecnológicas.

Cientos de jóvenes llegados de toda España hacían cola ya ayer por la mañana a la espera de acceder al recinto ferial que por tercer año consecutivo acoge este encuentro de nuevas tecnologías, creatividad y ocio digital. Conferencias, entrevistas y exposiciones interactivas llenan esta semana de actividades, que muchos esperan acabar «con 500 películas más», como Sergio, un asturiano de 19 años que ve «mal» que las chicas sean minoría entre quienes llegaban a Feria Valencia empujando carros de compra, maletas e incluso sillones con ruedas.

Más ligeros de equipaje llegaron David y otros dos amigos de Barcelona, que dejaron en casa sus PC porque «a no ser que se vaya a jugar mucho no vale la pena», y cargaron con sus portátiles y con varios helicópteros teledirigidos con los que jugar.

Para ese diseñador gráfico de 21 años, el estereotipo de friki con el que se vincula a los informáticos «está fundamentado, porque algunos son la viva imagen, pero en general son gente muy normal» que en su mayoría viene a la Campus Party «a reencontrarse con los amigos y poner cara a la gente que se conoce por internet».

También emprenden este viaje para «experimentar y conocer cosas de robótica», como Pablo, un santanderino de 28 años que animaba la espera a golpe de tambor y agitando una bandera cántabra.

Los campuseros también iban pertrechados de escudos de sus clanes -grupos de amigos que participan en el encuentro-, como Scramble Pilots, seis valencianos cargados un televisor de 32 pulgadas y videoconsolas.

Para uno de ellos, David, de 20 años, el cambio de sede de la Campus Party ha sido positivo, ya que Feria Valencia «es más espacioso y más cómodo», aunque la Ciudad de las Artes y las Ciencias «es más bonita», y una vez allí «molaba desayunar viendo L’Hemisfèric».